lunes, 21 de febrero de 2011

A PACHO.

 

Querido (por lo de que se quiere a de quien se aprende) respetado y admirado pacho. Es usted un digno merecedor de mil elogios y homenajes, escribo estas palabras con un animo obligado de dar algo de honor a su labor de enseñar, que si bien no es muy valorada por estas épocas acaloradas por el desorden y la mediocridad espiritual, donde cualquiera dice ser maestro irrespetuosamente , es esta labor una de las mas difíciles de cumplir a cabalidad.

A mi manera de ver, creo metafóricamente, que este trabajo que hace el docente es una labor suicida con un fin muy bello. toda vez que al inicio de clases nosotros los alumnos le vemos como nuestro tutor , como la persona que nos dará todo lo que sabe,  para que algún día ya no necesitemos mas de su apoyo y sabiduría a nuestro lado y poder emprender con sus recuerdos e instrucciones nuestro propio camino.

Es esta una carta dispersa, que ofrendo con el mayor placer a mi maestro;

Le escribo entonces, porque pienso que  es sumamente necesario hacerlo cuando se conoce a gente buena, de esas personas que se quedan ahí ocupando un lugar para siempre y se convierten en un referente para los mundos que creamos y que se hacen necesarios (y en ocasiones inevitables) para no desesperar.

Si… me corresponde darles a quienes no lo conoce un referente de Francisco. pacho es Amistoso y con algo de charlatán, dotado de un humor elegante, hombre de mirada apacible y sonrisa contagiosa, muy modesto, pero que sabe y confía en lo que es, con una barba abundante que me hace suponer un gran maestro del liceo aristotélico en la antigua Grecia. (Memorable y sin mucho de este desorden que hoy abunda tanto). Pacho es un hombre sencillo amante del café, el cigarrillo y literatura, además de la música romántica de otrora y una que otra melodía de arrabal que seguro lo hizo enamorar una tarde a su esposa, la mona tucumana .pacho es un hombre que eligió el derecho por que como el mismo lo dice le apasiona, es un digno representante del concepto de derecho de Herbert Hart , que en síntesis no es otra cosa que el derecho visto como la suma de valores (tan perdidos hoy),y hechos sociales (tan violentos y desalentadores actualmente).

Amigo en su juventud de estudiante, de las noches de francachelas, viandas, tertulias y algo de licor con sus amigos, pero sin nunca olvidar lo caballeroso y enamorado de la belleza femenina que aun hoy se le nota en sus miradas furtivas, acérrimo lector y responsable.

Conozco varios abogados en el contexto jurídico, pero pacho tiene algo especial tiene algo que no he visto en los otros maestros, que si bien son brillantes les falta algo que a el doctor francisco le sobra. Humildad, el no se la pasa hablando de sus estudios y especializaciones como si quisiera impresionar. Pacho es solo un abogado de verdad, que camina en el litigio hace muchos años, creo yo desde que apenas nuestra generación cantaba y brincaba juguetona en algún barrio de Medellín, es un caballero humilde y sabio, seguramente humano como todos nosotros, debe tener tristezas, alegrías y indudablemente comete errores, incluso se enfada, grita y hasta hijueputea, es por todo esto, que yo hoy a manera de agradecimiento le brindo este pequeño homenaje a mi profesor de derecho de familia. A quien debo agradecer toda su energía (aun cuando ya no le quedaba mucha en las tardes) y su ahínco para que viéramos el derecho como un elemento capaz de dar soluciones en justicia o siquiera buscarlas. En mil y una frases podría reconocer la gallardía de este hombre para dar si pedir nada a cambio , pacho entre códigos, leyes, decretos, causales , procedimientos ,presunciones y liquidaciones, nos enseño mucho sobre el tema de la familia en nuestro ordenamiento jurídico.

Hoy trato de pagar esa factura que quizá nunca me cobro , me enseño el verdadero valor de los cuentos , ese pequeño relato que nos lleva a imaginar el mundo desde la cabeza de otro, y que con suerte tendremos una maravillosa y reflexiva experiencia,

Entre Calvino, Canetti, Kafka y Tolstoi Me brindo ese regalo. Y quiero agradecer esto de los cuentos, aun por encima de aquellas sabias palabras permeadas de experiencia, que me dejo en las leyes de derecho de familia .toda vez que esas normas algún día cambiaran, pero lo que me dejo hasta el fin de mis días es el amor por los cuentos y mas aun me dejo un referente a donde apuntar cuando con suerte y mucha perseverancia ocupe su lugar.

Estimado pacho vivimos en una sociedad donde abundan los muertos vivos movidos por un sistema que todo lo cuantifica y convierte los valores (eso que es la esencia de la vida) en meros elementos de cambio objetivo y rentabilidad, usted no hace parte de esa sociedad aunque pise su suelo todos los días, por que su ideal de hombre de valor es mas fuerte que la realidad voraz.

Para concluir debo decir que es usted. Simpático pacho, uno de esos hombres en vía de extinción lleno de valores, cordial y sin egoísmo intelectual que sabe que su sabiduría sirve mas multiplicándose en sus alumnos que muriendo sola y frustrada en sus pensamientos y vivencias.

Un hombre que sin importar sus múltiples ocupaciones siempre guarda un espacio para despedir su clase, bajar rápidamente las escalas de la facultad mientras piensa en quien sabe cuantas cosas, como si antes de hacerlo ya sabe como lo hará, es usted el mismo tipo alegre que antes de bajar el ultimo escalón, toma de su bolsillo un cigarrillo y entre sonrisas y despedidas estudiantiles , aspira su bocanada de humo como un acostumbrado ritual que da como cumplida su labor del día , toma su taxi que siempre en punto lo espera y viaja…….yo lo miro a lo lejos y pienso allí va francisco Javier Vásquez o mejor allí va el querido ,admirado y respetado pacho. Un hombre de valor.

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